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martes, 7 de julio de 2015

Salva Rodriguez

El martes 23 de junio, regresó a España, después de más de nueve años de viaje por el mundo, Salva Rodríguez. Creo que para quienes leen este blog no hace falta contar quien es Salva. 
Descubrí su blog hace unos cuatro años y me atrapó su forma de narrar y la dinámica que tenía su viaje. Casi sin saber como empezamos a intercambiar correos, visitó a mi hijo Pablo en su paso por Mendoza, Argentina, tuvimos sus libros en venta en nuestra tienda de chocolates y hasta hablamos por teléfono alguna vez.
En su regreso a Europa (este último) nos cruzamos en Polonia, pero estábamos rodando en sentidos contrarios y a unos centenares de kilómetros uno de otro. Lo invité a casa si su cruce del Pirineo lo hacía por algún paso cercano y finalmente, la tarde del 23 de junio, montado en su "Galeón" y con su estampa de Quijote sin escudero, lo tuve ante mí. La lectura de su blog en primer lugar y luego de sus libros, no solamente me daban el dato de que estaba ante un viajero de fuste, de los pocos que se involucran hasta el alma con las gentes y los lugares que visitan. De un intrépido corre caminos para el que no existen retos que lo amilanen y cada obstáculo es un estímulo... también me habían transmitido que mi "ilustre" huesped había transitado un profundo y transformador viaje interior y sus ojos veían de manera distinta lo material y penetraban en los entresijos más profundos de la vida. No fueron muchas las horas, y aunque se hubieran multiplicado tampoco hubieran alcanzado para arañarle una pizca de lo que tiene para enseñarnos. La vida es el espacio para la experiencia y las de Salva, en estos casi diez años últimos, fueron de alto contenido. Me había propuesto tratar de volcar aquí algunas de sus reflexiones, pero no me atrevo porque creo que no sabré darles la ondura que se merecen. Salva nos debe otro libro, uno que hable de este viaje interior. Se que le molestan los elogios y cree no merecerlos, pero sin buscarlo se convirtió en Maestro.
 Unas horas antes, le avisé a Diego Ballesteros de la llegada de Salva y este otro Maestro de Vida se acercó a compartir cena y charla. Un lujo reunir a ambos...

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