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sábado, 24 de julio de 2021

Camino de Santiago, en triciclo

Recorrer el Camino de Santiago, nunca había estado en mis planes. Lo ligaba a una cuestión religiosa que no me motivaba, pero durante los largos meses de confinamiento y limitación de movilidad, comenzó a tomar forma el proyecto de hacerlo, inclusive caminando. Finalmente, el pasado 3 de julio inicié el recorrido, desde el Puerto de Somport, el Summus Portus de los romanos, a 1640 metros de altura en el Pirineo, frontera natural de España y Francia. 


En Somport

Fue un sábado con bajas temperaturas y lloviznas, que desaparecieron cuando comencé el descenso. Vertiginoso hasta Canfranc, alcanzando una velocidad de 75,5 kmph. Ahí, en la Oficina de Turismo, compré la Credencial del Peregrino (2€) que facilita el alojamiento en los albergues del camino.

                                         Estación de Canfranc
Continué el descenso hasta la ciudad de Jaca y luego el camino se hizo llano, corriendo paralelo al río Aragón. A las 15.30 llegué al albergue de Arrué, habiendo acumulado 58,5 kms de recorrido.


                                               Albergue de Arrué

La segunda jornada, se complicó al inicio, ya que la salida del pueblo no estaba clara para mi y perdí tiempo orientándome. Luego rodé por un camino de ripio hasta la localidad de Martes, donde decidí continuar por asfalto, mediante la carretera Nacional 240. A pesar de los largos ascensos que presenta este trayecto, llegué a Monreal a las 15:30, totalizando 76 kms en la etapa. Durante la mañana, deje atrás la provincia de Huesca, en Aragón e ingresé a Navarra, cuna de mi abuelo Juan. Esta comunidad tiene como lenguas oficiales el castellano y el euskera.   

Durante el largo ascenso al puerto de Loiti, en un área de descanso, encontré un monumento que hace mención al asesinato de varias personas en pueblos de la zona. La curiosidad me mantuvo en el lugar un largo tiempo, tratando de saber las circunstancias de esos hechos, los que imaginé relacionados a la Guerra Civil, pero no encontré datos de fechas o motivos. Curiosamente, varios días después, coincidí en el Camino con un ciclista y su hijo, vecinos de un pueblo navarro alejado de este sitio. Durante una charla le conté sobre el monumento de Loiti, y mi curiosidad. Este hombre es el escultor que lo realizó..... así que encontré el mejor informante para satisfacer mis dudas. Se llama Mikel Iriarte Antxorena y resulto un inmejorable compañero, al igual que su joven hijo Hodei. Conocerlos fue de lo mejor que me pasó en este viaje.
                                                        Monumento de Loiti
                                                       Mikel y yo en nuestra llegada a Santiago

En la cuarta jornada, terminé de recorrer el Camino Aragonés y me incorporé a la traza del Camino Francés, el más transitado. En unas dos horas llegué a Puente La Reina (Navarra) donde me uní a los peregrinos que bajaban de Roncesvalles y fue notable el incremento de viajeros, tanto a pie como en bicicletas.

Unos 10 kms., antes de Los Arcos, corté la cadena y no logré repararla de manera correcta. En Los Arcos, gracias a la amabilidad de Ricardo, de la Oficina de Turismo, pude encontrar en Ramón, un mecánico de automóviles, el auxilio que me permitiera llegar hasta Logroño, donde pude encontrar un taller de bicicletas y resolver todo de la mejor manera. Para esto busqué el camino con menores desniveles, pero más largo y en una calurosa jornada, totalicé 100 kms de pedaleo. Quiero destacar la profesionalidad y calidad humana de la gente de CICLO SPORT, en Logroño....unos campeones.

Fue una recuperación de mi hidratación, gracias a cervezas y tapas en la calle del Laurel, mítico lugar de esta pequeña y hermosa ciudad. Aquí coincidí en el albergue con Pedro, a quien había encontrado en la ruta, al igual que Mikel y Hodei....y empezó a nacer el GRUPO.

La historia sigue en unos días......gracias por estar ahí.