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viernes, 14 de agosto de 2015

Salva Rodriguez - fin de viaje

Hace menos de cuatro años comencé a preparar mi primer viaje en bici, inspirado por el libro de Diego Ballesteros sobre su viaje a China. Rebuscando en la Web información de viajeros, conocí a Salva Rodríguez y a muchos más, pero me enganché con este granadino y su extraordinario viaje. Tengo los tres libros que publicó sobre el mismo, todos con el título de "Un viaje de cuento" y el correspondiente continente; África, Asia y América... me atrapó su manera de contar y sobre todo la profunda transformación interior que iba mostrando en sus relatos. Su convicción en la intrínseca bondad de los hombres y la generosidad de la inmensa mayoría de los pueblos del mundo. También la sensación de aislamiento individualista de la rica Europa. Tuve la alegría de recibirlo en casa el día que regresó a España cruzando el Pirineo. Poseo la interna certeza de que Salva ha logrado adelantarse en su evolución y su comprensión de la VIDA. Los miles de kilómetros recorridos a golpe de pedal y corazón, los encuentros,abrazos y despedidas, los paisajes más dispares, el rigor del clima, la soledad consciente y disfrutada lo transformaron en un Maestro.
Esto cuenta hoy en su perfil de Facebook:


Los últimos kilómetros de un sueño cumplido...
"24 de enero de 2006, con algunas cosas nuevas y otras de toda la vida, salgo de Granada rumbo al África en una bicicleta. En la calle, nadie repara en mí, nadie sabe dónde voy, siquiera yo lo sé…"
12 de agosto de 2015, casi una década después, en una bicicleta maltrecha y obstinada regreso a Granada tras 145.266 kilómetros recorridos a lo largo y ancho del planeta; un planeta que, lo juro, es redondo. Igual que en el 2006, en la calle nadie repara en mí, nadie sabe de dónde vengo, aunque esta vez yo sí lo sé: vengo de dar la vuelta al mundo.
Pido un café en la misma cafetería de Parque Almunia donde tomé café el día de mi salida. Sonrío en silencio, pese al jaleo de la cafetería puedo escuchar cómo se abre paso una lágrima desde mi ojo derecho, el que siempre me traiciona primero. Mi mente está confusa, parece que salí ayer; todo lo reconozco, el presente estalla en mis narices con una fuerza que convierte el viaje en un difuso sueño. Insisto, me repito una y otra vez que estuve una década viajando en bicicleta, recuerdo a amigos del camino, lugares, y la intensidad de Granada lo pone en duda una y otra vez. Cada calle, cada comercio que reconozco, cada cafetería donde un día tomaba café soñando con viajar por el mundo, son los barcos de Julio César que arriban para destronar a Marco Antonio por haber gozado de los labios de Cleopatra. "Sobre todo no te engañes, no digas que fue un sueño…" Así es, tío Kavafis, no fue un sueño. Es un sueño cumplido y hoy, su día final.
Escondido a la sombra en la plaza de Mariana Pineda, mientras espero a un viejo amigo, encuentro un hueco en este presente de recuerdos y, en voz baja, por fin digo lo que he tanto tiempo he retenido: 'Llegaste, Salva, llegaste. Has regresado a Granada. Has dado la vuelta al mundo. Fin del viaje.'
Después, cuando emprendo el pedaleo hacia la casa de mi hermana, apago el cuentakilómetros. A mis cuarenta y pocos años, comienza una nueva vida.



2 comentarios:

  1. He leido otras cronica de viajeros que pasan 4, 5, u 8 años viajando por el mundo, y eventualmente cierran el circulo y regresan a su lugar (o, al menos, al que era su lugar cuando partieron). Y siempre me pregunto como seguiran esas historias. Como se adaptan? En que trabajan? Han cambiado tanto, que me cuestiono si eventualmente se adaptan a su nueva vida (que en realidad era su vida anterior, la misma que querian dejar).

    En el caso de Salva, dejo su trabajo como profesor de secundaria porque no queria un trabajo que lo atase a horarios y actividades programadas. Que pasara ahora? Se habra "sacado las ganas" de viajar, de vivir dia a dia? Se habra sacado esos deseos de su sistema?

    O habra cambiado tanto que no podra quedarse con un trabajo regular, una vida regular, una rutina? Y encontrara otro desafio, otro viaje, dentro de unos meses, y "arrancara" de nuevo, incapaz de quedarse quieto?

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    1. Me he hecho la misma pregunta y creo que las respuestas parten de nuestras propias expectativas, pero que cada viajero al cerrar "el círculo" tiene actitudes diferentes. Se me ocurre que el verdadero viaje de Salva es interior y de una gran dimensión, por lo que su concepción de la vida ha mudado radicalmente y está más libre de las influencias externas.. no podemos cambiar el mundo exterior, pero podemos cambiar nuestra actitud ante él

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