Busqué el alojamiento en Internet y me pareció adecuado el precio y la oferta que nos hacían. La ubicación a escasos 300 metros de la plaza Jamma al Fna era importante, ya que nuestro viaje estaba enfocado al casco viejo y el zoco. La llegada a Marrakech era pasadas las 22 horas y telefónicamente solicité nos esperaran en el aeropuerto y tuvieran lista una cena. Todo salió perfecto. El personal del hotel es muy amable, los desayunos abundantes, las habitaciones cómodas, pero por sobre todo, el dueño Jean Jacques, un tipo excepcional. Surgieron un par de problemas, que inclusive no eran de su responsabilidad directa y los resolvió con prontitud y eficiencia. Realmente merece que le dedique un comentario especial como este. Es gente que trabaja bien y quiere hacerlo todavía mejor. No duden en utilizar sus servicios.
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