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viernes, 8 de diciembre de 2017

Campo de Refugiados de Moria

Y aquí estamos. Estoy trabajando con un grupo de voluntarios, entre los que los españoles son mayoría, un francés, una suiza, un rumano y un argentino/español (yo mismo). También se integran a la tarea, voluntarios que son refugiados.
El campo, inicialmente preparado para alojar a unas 2500 personas, contiene ahora cerca de las 5500. Esto ha hecho necesario agregar carpas a los contenedores vivienda que existen desde el comienzo.
Todos los días son rescatadas del Mediterráneo muchas personas que salen desde Turquía en botes neumáticos. Los buques de la armada griega y otros pertenecientes a ONG's, los traen a Lesbos e ingresan en el campo. Unos serán tratados como refugiados y otros como inmigrantes ilegales. El campo es una ciudad. Hay negocios improvisados, comisaría de policía, cárcel, servicios de asistencia legal, sector destinado a huérfanos o niños que llegaron solos, atención médica primaria que luego deriva a los dos hospitales de la isla, "oficinas" de ONG's que atienden necesidades varias (ropa, gestiones, traductores) y todo lo que podemos encontrar en cualquier ciudad (TODO).
La gestión de las instalaciones recaen en el ejército griego y en lo que respecta a la provisión de alimentos, son suficientes para toda la población y de calidad. La mezcla de grupos étnicos o países, históricamente enfrentados, genera tensiones que no siempre se resuelven como sería de desear. Pueden encontrar más información al respecto en la página web de REMAR.
 
Un de mis primeras amistades en Moria..... y se comió mi pan...Los niños tienen una necesidad muy grande de cariño y cuando les prestas atención te abrazan y besan y se te pegan. Esto vale la mitad del viaje.
 Panagiouda se llama el pequeño pueblo, cercano al campo, donde nos alojamos en una casa. Partimos muy temprano (7:15 y se regresa trece horas después... Yo no aguanto tanto y me desprendo a las tyres o cuatro de la tarde.


 Quiero que conozcan a otro gran amigo.

 Aquí una parte del grupo. De izquierda a derecha; Bastien francés, yo, Jousef, refugiado con 14 meses en el campo y con responsabilidades en la organización del trabajo y Marc, un catalán que termina mañana su estadía.
Con Bastien y Marc haciendo trabajo burocrático. Estamos ordenando las tarjetas que cada persona debe presentar para recibir las raciones que tiene asignadas.
 Este espacio es el que se utiliza para entregas las raciones a las mujeres y después del almuerzo es el sitio donde se entretiene a la gente menuda. Hoy fue con una película y aquí estaba Sara, una joven suiza, que mantenía controlada a la jauría.....
 Como ven, la cosa estaba entretenida. El joven de chaleco verde, es un voluntario sirio.
Muy temprano, la gente comienza a llegar e instalarse frente a nuestra "oficina", buscando las tarjetas retenidas el día anterior al entregarse las comidas.

 Nico, es rumano y voluntario permanente de REMAR. Tiene una larga permanencia en este campo y es sumamente querido y respetado por los refugiados.

Hoy mientras trabajaba en el sector de mujeres, charlé con varios jóvenes colaboradores y entre ellos se encontraba este sirio y su pequeño hijo. La nariz la uso para aflojar tensiones... o para distraer a los niños.


Las mujeres, mayoritariamente musulmanas, no se dejan fotografiar y hacerlo sin su consentimiento, puede acarrear problemas. Hoy me llamó la atención la belleza de esta joven madre siria y se lo dije. Lo agradeció y tuvimos un intercambio de palabras, lo que me animó a pedirle la foto. Accedió, pero en el momento del disparo bajó el rostro. Sus vecinas de banco se pararon y alejaron. Los ojos de los sirios son muy bonitos y procuraré demostrarlo.


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