A DOS VOCES
Habían crecido juntas, la guitarra y Violeta Parra.
Cuando una llamaba, la otra venía.
La guitarra y ella se reían, se lloraban, se preguntaban, se creían.
La guitarra tenía un agujero en el pecho.
Ella, también.
En el día de hoy de 1967, la guitarra llamó y Violeta no vino.
Nunca más vino.
Eduardo Galeano - Los hijos de los días
https://www.youtube.com/watch?v=w67-hlaUSIs
No hay comentarios:
Publicar un comentario