CARTA
Llegó a España a fines del 2001. Habían pasado varios meses
y no conseguía cambiar su situación de inmigrante irregular.
No podía entender, que el estado, que le daba la bienvenida al
sistema público de salud, otorgándole una credencial oficial, no lo reconociera
como persona a los efectos del trabajo.
Su abuelo, Manuel Fernández, había hecho el camino inverso
hacía más de un siglo. Dejó la miserable aldea de Galicia, huyendo de la pobreza. A su espalda
quedaba un futuro vació y al otro lado del océano, la esperanza de encontrar la
dignidad que da el trabajo. Con solo eso, “esperanza”, llegó a Argentina y ahí
encontró su lugar.
Hoy, Argentina se debatía en una caída interminable. Las
mentiras y trampas de los poderosos de siempre, le habían robado el futuro. Así
había llegado a España, pero la “Madre Patria”, lo trataba desde una amnesia
colectiva, negadora de un pasado reciente, donde los desterrados eran sus hijos
y borrando una deuda de solidaridad todavía caliente.
Escribió con pluma ágil. Sin pensar. Las frases ni siquiera
pasaban por su mente. La mano era un instrumento, guiado por muchas manos
callosas de inmigrantes iletrados, que nunca pudieron volver a España. La carta iba dirigida al Rey;
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Soy Manuel Fernández que vuelve, y necesita “papeles”.
Juan Martínez Autor
Para cuando la carta completa? Abrazo
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