Ya hace un mes que regresé a casa, después del viaje por América... mentalmente sigo repasando el viaje, las vivencias, los encuentros, las gentes y mirando y remirando las fotos..... hay momentos que se han repetido y generaron siempre una sensación de plenitud y felicidad muy fuertes... fueron los amaneceres. Las altas temperaturas me obligaban a comenzar a pedalear antes de la salida del sol y su aparición en el horizonte, cuando todavía era posible contemplar una parte de la bóveda celeste en la oscuridad de la noche y el tímido tajo de luz que iniciaba el nuevo día... la renovación de la vida, el calor que vencía el frescor del rocío y me euforizaba... la carga era más ligera y el Mundo se hacía "mi casa".. sensaciones difíciles de explicar en palabras porque estaban más allá de lo que normalmente sentimos... era LA VIDA que llenaba todo y me llenaba y hacía uno con el TODO....
Brasil
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