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miércoles, 10 de junio de 2015

Riga, Latvia

 El sábado, Asta y su familia junto a un grupo de amigos, viajan a una localidad de Latvia y me dejaron en la carretera. La despedida fue muy emotiva y no se salvó nadie de los que ahí estabamos. Durante varios kilómetros pensé mucho en esta relación tan breve en el tiempo pero tan intensa.
 Los 90 kms de rodada los hice a las 6 de la tarde y la entrada a la ciudad sorprende por uin grupo de nuevos edificios.
Esta moderna mole es la sede de la Biblioteca Nacional
 A la izquierda la casa de los Cabezas Negras, que eran los comerciantes solteros de la antigua ciudad
El casco viejo es pequeño y muy agradable para recorrerlo. Como todo los visto por aquí, está restaurado o en restauración.


 aguja de la catedral de San Pedro. El ascensor que permite acceder a dos niveles estaba en reparación.
 Muchas terrazas permiten a locales y turistas pasar el tiempo junto a comidas y bebidas. El verano es fresco y los bares y restaurantes proveen de mantas a sus clientes..


 Observen las pequeñas ventanas de los edificios, sobre todo el de la derecha. La explicación es que pagaban impuestos en relación al tamaño de las mismas.
 Durante los gobiernos comunistas, las iglesias no recibieron ninguna atención de parte del estado, por eso ahora se las está remozando o recuperando.

 Domingo a la mañana, una concertista callejera. Excelente.

 La Torre de la Pólvora

Era muy temprano cuando llegue a la explanada del monumento a la Libertad y a los pocos minutos me sorprendió una ceremonia militar, que establecía a dos soldados al pie del monumento.


 El desayuno fue en una plaza y apenas me senté aparecieron los gorriones. llegaron a comer de mi mano y luego limpiaron las migas del plato mientras yo los fotografiaba.... confianzudos.
 El mercado, con una larguísima historia, funciona en antiguos angares de zepelines. Vale la pena recorrerlos

 Una tradición de lkos países bálticos es el ahumado y se puede comer pescado, carnes, fuiambres y quesos que han pasado por ese proceso. Ya había probado en Polonia el queso en medallones, pero aquí probé calamar y fue como intentar comer goma... una frustración.
Catedral ortodoxa
La ciudad es famosa por la gran cantidad de edificios de arte noveau, pero esto merece una entrada especial, para poder contar detalles muy interesantes de sus fachadas, que sin una guía en mano o un conocimiento previo se escapan a un observador que desconozca el tema (como es mi caso). A esto le dediqué unas horas de la tarde, utilizando la guía Lonelly Planet con la que viajo, pero previamente me dormí una siesta escuchando a Alberto Lande y su programa de tango desde Bariloche... nostalgias de la tierra.

1 comentario:

  1. FERÓNIMO!!!!!!!!!!!!!! Petacular el viaje Tatele!!!!! Abrazo de cumbre!!

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