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miércoles, 7 de agosto de 2013

Abárzazu - Hondarribia 4º día

Antes del amanecer estaba desmontando el campamento y haciéndome el desayuno. Sabía que el puerto era largo y procuraría evitar el calor. Si bien comencé con la cabeza en negativo, ante lo que consideraba iba a ser extenuante, en poco rato encontré un ritmo llevadero y los 25 km se me hicieron gratos. Subí la serpenteante ruta con el valle a mi derecha y siempre con sombras cercanas. En menos de dos horas atravesé el túnel y baje al valle con viento de frente. 
Las poblaciones se organizan de manera diferente a lo visto hasta ahora, inclusive la arquitectura popular también se distingue de otra manera y la lengua vasca es la principal. 
Hago la etapa de los huevos fritos y encaro un segundo puerto mucho mas breve y entro al Parque Natural de Aralar. El bosque me rodea, me siento bien, protegido, cargándome de Vida. 
El descenso es vertiginoso y se extiende muchos kilómetros, mientras la temperatura asciende de forma proporcionalmente inversa. Decido que los casi 70 kilómetros hechos y el calor obligan a parar por hoy. Al llegar a Beasain busco un camping, pero me dicen que de eso nada, que los campings están en la playa, que "solo son unos 50 o 60 kms". El tren es la alternativa, y embarco con destino a Irun, a la que llego después de parar en todas las estaciones y observar conductas urbanitas. Soy un bicho extraño para los pasajeros que suben y bajan de continuo.
Desciendo en Irun y obtengo la información para llegar a un camping con mar, son unos 10 kms. y está junto al faro de Hondarribia... a pedalear Raulito. Pasadas las tres de la tarde me siento ante un plato de comida, con una cerveza fría y el Atlántico delante.. que placer. Cuanto paisaje se puede guardar en las retinas. Cuanto Mundo para ver y recorrer y solo hacen falta dos ruedas y ganas. Tarde de descanso y disfrute, cena elaborada con ingredientes que compro dentro del camping, charla con Ibon que se acerca buscando información para concretar un viaje en bici y a dormir con la ventana abierta al cielo... mañana será otro día y habrá que encararlo con la tripulación descansada.

 Coronar un puerto es una satisfacción doble; 1º haberlo conseguido y 2º que comienza la bajada
 Que lejos se ve el pueblito y que rápido se llega al valle

 Me gusta el bosque. Es donde mejor me siento.
 Comí mirando esta "ventana"
 Mi mansión frente al mar.
Todo preparado sobre el "mantel" para preparar el festín.
Gasto total del día € 37.- (tren 3,20, almuerzo 11,50 y camping 11,60)


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