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martes, 16 de mayo de 2017

Lipovac, Belgrado, Lozanica

La noche en Lipovac fue tranquila y necesitabamos descansar después de un día de mucho pedal y estrés. Nos levantamos y marchamos hasta la frontera, donde la policía serbia nos indicó que solo podíamos hacer unos 600 mts. por la autovía. No vimos ninguna salida y le metimos casi 5 kms y salimos en dirección a Sid, donde decidimos usar el tren para llegar a Belgrado. Esta pequeña ciudad tiene un campo de refugiados de los tres que hay en Serbia y ahí se albergan 7500 personas que llegan de Pakistán, Irán, Siria, África y para nuestra sorpresa, algunos cubanos que pueden llegar a este país pues no necesitan visado. En la estación vimos varios jóvenes que deambulan buscando comida o cruzar a Croacia para después acceder a la Europa rica. En ese camino estaban Vladimir y Silvia, cubanos que iban a Belgrado a realizar el simple trámite de retirar dinero de un cajero automático. Esa noche cruzarían la frontera a Croacia de manera clandestina y un coche, previo pago de 500 euros los llevaría a Zagreb..... ojalá lo hayan logrado. Si llegaban a la capital croata, las autoridades les facilitan documentación para vivir en el país... si los pillan antes, los deportan otra vez a Serbia...... 
 Con los cubanos en el tren a Belgrado
 Belgrado es una ciudad con 1,8 millones de habitantes que viven en las calles, los parques y los bares. Es notable la actividad de la población. Ha recuperado muchos de los edificios destruidos en la guerra de los 90 y siguen invirtiendo en mejorar sus infraestructuras. Estiman ingresar a la Unión Europea en 2023. Esta foto corresponde a la plaza de la República, frente a la que se encuentra el teatro Nacional y el Museo Nacional. Desde este lugar parten tres ejes peatonales y un boulevar que une varios sitios emblemáticos.



 En un gran parque, que alberga los restos de una fortaleza y otras distracciones, encontramos un grupo numeroso de personas que disfrutaban de un concierto interpretado por niños y adolescentes. Esta violinista me impresionó por su calidad y por la vehemencia con que se movía.
 Esta ciudad está volcada al gran río Danubio y en este vuelca sus aguas el río Sava. La vista desde la fortaleza es excelente. Hoy un carril bici corre por su margen y es lugar de paseo de los vecinos y turistas.
 Este gigantesco hotel es uno de los edificios más populares de la ciudad y fue construido en 1906

 Aquí la llegada a la catedral ortodoxa de San Sava, destruida durante la 2º Guerra y abandonada. Ahora se está recuperando y su exterior está totalmente terminado, restando el interior con sus decoraciones y mobiliario.
La mayoría de la población serbia, que se aproxima a los 8 millones de habitantes, practica el culto ortodoxo.
 Aquí Roberto, "robando" información a un grupo guiado.... su inglés ha facilitado mucho este viaje.
 Debo reiterar que esta bicicleta hace que muchas personas me vean como discapacitado motriz... no saben que mi discapacidad es otra.
Desde la capital Serbia, viajamos en dirección a Lozanica. Al salir a la calle llovía y eso nos hizo cambiar de planes. Buscamos la estación de tren y por reparaciones en las vías viajamos en bus una hora y luego otros 45 minutos hasta un pequeño pueblo donde comenzamos a pedalear.  Cuando arribamos a destino, nos encontramos que el pueblo dispone de un solo hotel, al que nos llevó un ciclista que encontramos en el centro. Pero esa noche el hotel tenía un casamiento que ocupaba todas sus instalaciones. nuestro guía habló con los dueños del hotel, mientras nosotros eramos rodeados de invitados que nos ofrecían comida y bebida. Después de algunos llamados telefónicos salimos a la ruta detrás de nuestro guía. Unos cinco kms después llegamos a otro hotel, que tambi´ñen estaba completo, no por boda, si no por un espectáculo. Vuelta a escuchar llamadas telefónicas incomprensibles y regreso a la ciudad, ya de noche para alojarnos en una habitación familiar. Esto merecerá entrada aparte....
 Veniamos con un radio de La Morocha roto y el intercambiador  de Alaikyn torcido y a pesar de ser domingo, encontramos un taller de bicicletas abierto, no sabemos si porque el dueño estaba trabajando o porque vive allí. Nos resolvió ambos problemas, destinando a esto casi una hora y se negó a cobrar o aceptar propina. Además nos suministró información sobre la ruta que nos fue muy útil. Teníamos por delante dos puertos...... y así fue
 Este día fue la consagración de Roberto como ciclista viajero de 1º nivel...... le puso todo lo que hay que poner y un poco más.......
 Este cartel promociona el consumo de dulce de leche y bizcochitos de grasa para el mate..... está clarito.
 Decenas de placas de mármol recuerdan a los muertos en accidentes en la ruta. Esto hace pensar en una conducción temeraria, pero nosotros no hemos tenido ninguna sensación de inseguridad y hemos rodado largos tramos, mirando por el retrovisor camiones o automóviles que pacientemente esperaban la oportunidad de adelantarnos.
 Y cambiamos de país. Adios Serbia.... bien hallados Bosnia Herzegovina.
 El puerto se extendió por 14 kilómetros, pero el entorno nos daba disfrute a pesar del esfuerzo
 Esta tierra ya muestra la gran mayoría de musulmanes que la habita, fruto de la conquista turca del siglo XVI. Los minaretes indican a la distancia, la presencia de una mezquita, pero metros después aparece una iglesia ortodoxa o cristiana.
La llegada a Vlasenika fue gratificante. 85 largos kilómetros, una tormenta de la que pudimos evadirnos, la mutua preocupación por no deshidratarnos y la primera experiencia de gran esfuerzo para Roberto. Lo esperé al final de la cuesta y nos dimos un abrazo. Él le dedica esta jornada a su esposa Claudia. La que lo "banca"........
A escasos metros el hotel y otra boda, que a la noche cuando regresamos de cenar, tenía a todos los participantes bailando con una música atronadora, pero nos dormimos no más poner las cabezas en la almohada.

3 comentarios:

  1. Vamo´arriba Compañeros ! un abrazo! (geniales las fotos Tata!)

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  2. Que buen viaje Tata!!!! Felicidades para los 2 dejen de saltar alambres... parecen de sudamérica

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  3. Muy bien Roberto!! A seguir disfrutando de la vida!

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