Llegué a Ibarreta a media tarde del domingo. Mucho calor y casi nada en la ruta, pero quería llegar a un lugar que fue durante años visitado por mí por cuestiones de trabajo. Más de 3000 kms separaban Ibarreta de mi casa en Bariloche. Es otra Argentina, en clima, gentes y costumbres. Más de 16 años de ausencia no parecieron tantos y los encuentros fueron de alta intensidad emocional. Asados, comidas, charlas, anécdotas... mañana dejo este lugar y siento que difícilmente volveré.
Luli e Higinia la misma noche del domingo me llevaron a la cena por el cumpleaños de Pilar, a quien también conocía... comida rica y abundante y charlas hasta las 2:30 del lunes. Luli hizo un asado la noche del lunes y volvimos a charlar y disfrutar. los "sapitos" del jardín no hubieran permitido que Eva participase de la cena
Camilí es un entrañable amigo. Nos juntaban los negocios y nos unió la amistad. El martes cené con toda su familia y me sentí en casa.
Anguila es un carpintero que trabajaba para fabricantes del pueblo y hoy posee su aserradero y propia carpintería. Gran luchador, logró su objetivo.
Valerio Ayala, cuando tenía 19 años y muchos menos kilos, aceptó una oferta de trabajo y se fue a La Pampa conmigo. Hace 8 años que volvió a Formosa y se dedica a la fabricación de aberturas de algarrobo. Tiene una hermosa familia.
Esta carpintería está igual que hace 20 años... y así se trabaja. Lamentablemente no existen recaudos de seguridad y comparativamente las maquinarias que utilizan son obsoletas, pero con esos escasos medios producen muy buenos productos.
En Pozo del Tigre, un pueblo más al oeste de Formosa, visité a Carmen una hermana del alma, que ha dedicado su vida a la educación. Ella es monja de la Compañía de María y a sus juveniles 80 años sigue luchando por mejorar la calidad de vida de todos los niños del pueblo (blancos, criollos e indígenas). La acompaña un grupo humano de excepción que dictan clases y dan de comer a centenares de niños en un jardín de infantes (Changuito Dios) en un colegio primario (Clotilde Charpentier, otra monja que nos dejó tempranamente) y a partir del 10 de marzo en un instituto secundario. No hay distinción de piel, religión o condición social. Me avergüenzo de mi mezquindad y creo que se puede hacer algo por esta gente que hace que el mundo sea mejor... En la foto de arriba una imagen del comienzo de la inscripción en el jardín de infantes
De izquierda a derecha, la directora del jardín, la del colegio primario y a la derecha Carmencita. Todo se maneja mediante una fundación a la que contribuyen personas de distantes lugares de Argentina.
Pozo del Tigre sufrió hace no mucho tiempo un tornado que destruyó el pueblo y sembró la muerte. Esto fue un revulsivo que unió a los pobladores, los que reconstruyeron y mejoraron todo y adoptaron a partir de entonces una actitud mucho más solidaria. No viven en el 1º mundo, pero son dueños de la alegría.
Cuando volvía de Pozo del Tigre, en el coche de unos amigos de Carmencita, nos sorprendió un corte de ruta, algo usado como forma de protesta por algunos ciudadanos. Eran las 19:30 y faltaban 30 kms para llegar a Ibarreta.. llamados telefónicos, amigos que resuelven venir a buscarme, la despedida y a cruzar las fogatas y obstáculos que cortaban la vía. Entre la gente que esperaba poder continuar su viaje había muchos camioneros que acostumbran a mascar hojas de coca y uno de ellos accedió a la foto.... lo que le hincha la mejilla es el "acullico" de hojas, las que mediante la saliva van largando el estimulante.
Uno de los muchos amigos que quería ver es Coqui Ríos, quien generosamente me ofreció un asado y Teresa su mujer una exquisita sopa paraguaya, que no es bebible, sino una masa de maíz y queso... voy a procurar obtener la receta. También he debido lamentar la pérdida de otras personas a las que hubiera querido abrazar, o disfrutar de su alegría constante como el Michi, que ya se mudó de barrio.....
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