Finalmente la tormenta que está castigando a medio Uruguay me impidió salir rumbo al norte y debí quedarme en Durazno. Las dos primeras noches, frente a la casa de Francis y sus padres pasaba un ensayo de los grupos de candombe que se preparan para los próximos carnavales. Lamentablemente, mi cámara no obtuvo buenas fotos pero esas personas, todavía sin sus trajes, simplemente haciendo el recorrido para ajustar sus danzas y ritmos sacuden fuerte. El sonido de los tamboriles es atronador y una cantidad de bellisimas jóvenes que bailan sensualmente nos remiten a las imágenes que todos tenemos de Brasil y estas fiestas.
El sábado de mañana preparé mis cosas para salir, pero cuando ya estaba en la calle comenzó el diluvio. Me refugié en el local en construcción que Fábriel, el hermano de Francis tiene y allí estuve un par de horas. No quería volver a molestar a esta gente que me cobijó y en una merma de la intensidad del temporal me llegué hasta una gasolinera de la ruta con la esperanza de encontrar algún vehículo que le llevará hasta Paso de los Toros. Ya al mediodía bajé los brazos y busqué otra vez el cuartel de bomberos. Al estar ahí podía saber que el temporal puso en alerta naranja a medio país y que el río Yi crecía a unos 10 cm por hora. Varias llamadas de vecinos con las casa anegadas reclamando ayuda se sucedieron y hubo una salida con la lancha. El pronóstico era de una semana más de lluvias con precipitaciones de hasta 300 mm diarios.. había que pensar en otra salida o ir acomodandosé a obtener una plaza de bombero... los pronósticos eran buenos para la región norte, por lo que el domingo por la tarde en un autobús de linea llegué a Rivera. Gracias al Comisario de Durazno, Walter González que contactó a su compañero Julio Da Ros, fui recibido en el cuartel de esta ciudad tan particular, como que siendo fronteriza no tiene frontera. Rivera, uruguaya y Santana do Livramento, brasilera son en la práctica una sola urbe, una avenida es el límite entre estos países y una gran plaza llamada de La Paz, reune sus dos banderas y placas que conmemoran la voluntad política que las hermanó. Los cuarteles de bomberos están aunados y en casos de necesidad cambian de jurisdicción sin problemas. La población uruguaya y brasilera totalizan unos 160 mil habitantes repartidos de manera similar, aunque en los últimos años el crecimiento de la margen uruguaya es mayor.
Al cuartel de Durazno llegué como si saliera de un naufragio. Fueron poco más de 1500 metros y estaba empapado. Ramiro, Álvaro y Alejandro, junto a otros compañeros como Pablo, un grandulón al que le gusta hacer chocolate y cocinar.
La plaza Intrernacional con las banderas de la Paz.........
Ahora a buscar alguna cosa para comer y quizá mañana las rutas de Brasil vean pasar mis largos cabellos ondulando al viento....... allá voy país del carnaval y la alegría.
Gracias HERMANOS uruguayos....
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